Estudios antropologicos




De vez en cuando nos podemos descojonar un poquito y más, leyendo las difíciles conclusiones de algunos estudios publicados por insignes universidades, y eruditos investigadores que no conoce ni cristo ni su propia madre.
Y yo me pregunto, ¿No hay cosas mas relevantes y necesarias que investigar?, como por ejemplo… no se… la emancipación del buey. Tema este que les podría dar pie a una larga tesis doctoral, al tiempo que seguramente procuraría algún beneficio a quien se dedica a la cría de tan noble animal, ya que puestos a gastar dinero contributivo… ¿Por qué no?
Hace unos días leí en mi diario de los desayunos, dos de estos estudios dignos de ser firmes candidatos al Nóbel de los disparates.
El primero era una exposición exhaustiva sobre la personalidad de aquellos que les gusta la música heavy. Según los doctos investigadores y al contrario de todos los esteorotipos, los aficionados al heavy son personas tiernas y muy románticas. Y ya de paso, y metidos en harinas de repostería, los amantes del jazz, así como los de la música clásica tienen una alta autoestima y son gente creativa. Pero eso si, mientras los primeros se caracterizan por su sociabilidad, los segundos son personas introvertidas. Pero no os vayáis a creer que este estudio se lo sacaron de la manga, como conejo de chistera… ¡No! Esta importante tesis esta avalada por un prestigioso catedrático de psicología con un nombre muy raro y más de 36.000 personas (supongo que muy raras también) que han participado en el estudio.
La verdad que esto de dime lo que escuchas y te diré como eres, tendría un pase siempre y cuando fuera una perla soltada por la Pitonisa Lola o algún friki televisivo, pero viniendo de un ilustre científico avalado por una no menos insigne universidad, que quieren que les diga, oiga! Que me dan ganas de echar la pota directamente, al tiempo que me planteo una pregunta que seguramente os habréis bosquejado vosotros también… ¿Qué pasa con la peña que les gustan diferentes tipos y estilos musicales? ¿Acaso son psicópatas tarados con personalidad múltiple y dignos candidatos a ser protagonistas junto a Jack Nicholson en Alguien voló sobre el nido del cuco?...¿Einnn listillos catedráticos?

El otro estudio aun es aun más meritorio de sainete.
Un tal Stuart Brody de la universidad West Scotland dice que: “Según la forma de andar de las mujeres, esta guarda relación con su capacidad para alcanzar el orgasmo”.
En el viene a contar que la capacidad para alcanzar el orgasmo de nuestras churris es directamente proporcional a la longitud de zancada y a la rotación vertebral. Y esto se debe a que caminando de determinada forma “se desbloquea el flujo energético de las piernas a la pelvis a través de la columna”.
¡Pues por aquí no… no paso! Aquí tengo algo que decir, además de mi propia teoría al respecto.
Acepto como pulpo animal de compañía, eso de que los jevimetaleros se amariconen escuchando a Judas Priest o a Metálica, o que a los que nos gusta el jazz seamos unos egocéntricos de los cojones. Pero que la capacidad orgásmica de la bisectriz se mida por la forma de andar es mucho ceder, y me niego a creerlo.
Porque vamos a ver, aplicando esta teoría las modelos que mueven las caderas y el culo mas que un buque en lastre en medio de un temporal fuerza ocho, se deben de correr hasta con el Solbes haciendo balance económico. O que las geishas japonesas que parecen en sus andares el conejito de las pilas interminables desconozcan lo que es un buen final de un polvo. O que simplemente por medir uno ochenta y la zancada larga te arda la pepitilla escuchando los partes meteorológicos… ¡Anda ya!
Y para tirar por los suelos esta teoría que le pregunten a mi tierna amiga de secundaria Paquita, que con aquellos andares que tenia la tía que parecía prima-hermana de Chiquito de la Calzada, era capaz de correrse un par de veces mientras nos la pelaba a dúo detrás del gimnasio.
Así que yo, “que a veces pienso”, llego a la conclusión que… si una mujer, y usando términos castizos “esta bien folla” en sus andares garbosos y satisfechos se podría apreciar alguna diferencia con las otras que acostumbran a pasar mas “leste” y no al revés… lo demás son ganas liar el palangre.


Fredo
En Gijon a 14 de septiembre del 2008

Sin estela por la popa






Al igual que un amigo de este sitio, que acaba de alistarse lozano, a otro nuevo ciclo bloguero después de las tan requeridas vacaciones. Yo también acabo de hacer la matricula, para este nuevo curso de Técnico Especialista de Primera clase en escribir paridas y despropósitos varios, aunque eso si…sin periodo vacacional de por medio –que no se crean vuesas mercedes que todo el monte es orégano-. Supongo que en este nuevo periodo seguiré teniendo el beneplácito de los que aquí entran, aunque no les guste una mierda lo que lean, pero… para algo están los amigos, oiga!, Y bueno, si de paso les gusta… mejor que mejor.
Creo que hice bien el curso pasado en cerrar Sextante y abrir esta cantina portuaria, la veo mas acorde con el medio de vida que lleva ahora este viejo pescador de húmedas rodillas y sangre ensalitrada, ya que solamente comparto con la mar media singladura, cuarto y mitad del sueño y escasamente una parte de su viento. Y cuando digo media, es…“media”. O sea, exactamente doce horas al día en la mar y doce en tierra, mas precisión imposible… ¿Qué se podía esperar del viejo y maniático Tormentas?
Así de esta manera, creo que podré cincelar mejor en las piedras de este dique particular, mi personal forma de observar lo que me rodea tanto en tierra como en la mar. Integrándome de paso, en la reparadora sencillez de este sueño plural, que consiste en vivir el día a día en una ciudad y lo mejor que se pueda. Supongo también, que esto me dará un visión mas objetiva de la vida terrícola, como cuando te alejas de un cuadro para dejar de ver los movimientos de la mano del pintor sobre el lienzo y desnudas la obra en su totalidad, cambiando el atrezzo de la técnica por el del sentimiento con tan solo moverte unos metros.
Creo que puede ser este un buen curso “académico” en el sentido mas estricto de la palabra, pues sumándole a que estoy en tierra todos los días, lo hago en medio de este concurrido foro ciudadano, que acostumbra madrugar todos los días para ir al trabajo y apurar las ultimas horas del día para hacer la compra o tomarse unas cañas con los amigos. Totalmente diferente a cómo lo vine haciendo todos estos años, en que mis recaladas en dique seco eran siempre ociosas, y en donde mis despertares eran acompañados del sonido de los pájaros y el agua, muy lejano, por cierto, al irritable sonido del camión de la basura.

¿Y de momento que quieren que le diga a vuesas mercedes?... Pues, que le voy cogiendo el gustillo a esto, oigan. Me lo paso pipa ejerciendo mi deporte favorito de observar a la peña y lo que me rodea ya que las razones que tengo para encender el televisor siguen siendo las mismas que para apagarlo.. Y viviendo como lo hago, en un tercero con vistas a la calle y edificio al otro lado de la misma, tengo ante mi todo un escaparate de historias tras ese mosaico de ventanas increible… Como justo enfrente, en donde una pareja que por los gestos que se ven -ya que el audio no llega hasta mi ventana-, deduzco están a punto de finalizar contrato. O como la que vive encima, donde el afortunado no para de deshuesarle el jamón a su novia. También dos pisos mas abajo comparten covacha dos muchachos; que no se, no se… pero me parece que hacen un poco de agua por la limera la parejita. Y a su lado un duo de jubilados arman la de cristo día si, día también, hasta el punto que me dan ganas a veces de gritarles desde el otro lado de la calle: ¡Vieja bruja, deja en paz al agüelo, coño!. Lo mas intrigante es lo del primero derecha, donde un tío barrigón llega todos los días a casa a eso de las diez de la noche, uniformado con chaquetilla de obrero municipal, cuando es de dominio publico que este cuerpo de “ingenieros”, acaba el tajo a las cinco o seis de la tarde…. Vamos, que tengo a mi alrededor una biomasa ciudadana digna de cualquier guion televisivo, y como pueden observar vuesas mercedes creo que podria llegar a dar mucho juego.
Pero hay algo, que es lo que mas me va prendando. Y es ese colegueo que me empiezo a gastar, con la abuela dependienta de la tienda de chuches donde me compro los “Fritos”. Con la estanquera que me vende el tabaco y El Comercio… La señora que limpia el portal y su hija que le ayuda por las tardes. O Miguel, el dueño del bar donde me tomo las cañas y me relleno de cuando en vez con una robaliza (lubina) a la espalda al ritmo repiqueteante y folklórico de una sidra escanciándose en el borde del vaso, -que créanme, es gloria bendita oírla-… Un montón de gente importante todos ellos, que viven y conviven en este barrio obrero y que coinciden diariamente haciendo que al menos, el reconocimiento de nuestras caras nos hagan sentirnos un poco menos solos y mas entre amigos.
Así que espero llegar a conocer con el tiempo sus particulares historias y saber hilarlas después en un texto que resulte agradable y entretenido leer. Y como os dije al principio… sigo abrigando la esperanza de vuestro condescendiente beneplácito hacia este marino que sigue navegando, pero ahora eso si… sin dejar estela por la popa.

Fredo
En Gijón a 9 de Septiembre del 2008

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