EL HOMBRE ES EL UNICO ANIMAL QUE TROPIEZA “INFINITAMENTE “EN LA MISMA PIEDRA

Esto es para mear y no echar gota, la verdad.
Aterrizas de ese otro planeta tan cercano y a la vez tan lejano llamado el Gran azul y te pegas directamente la hostia con noticias como que Mario Monti economista neoliberal y director de la Comisión Trilateral se hace con las riendas del gobierno italiano después de que Nerón haya claudicado vergonzosamente. O que Lucas Papademos vicepresidente del Banco central europeo formara gobierno de coalición en Grecia rodeado de tecnócratas. O lo peor, que Mario Dragi que antes presidia el Banco Central de Italia se convirtiera en presidente del Banco Central Europeo.
A ver, a estas alturas y con la mili que llevo en la mochila ya estoy hecho a que en mis sueños sólo de vez en cuando sea novedad la cama, a pesar de que (iluso de mi) aun me esperanzaba la idea de que se hicieran grandes cambios colectivos. Pero la verdad, hasta me habría conformado con la posibilidad de que, incluso repitiéndose en cierto modo el menú, al menos fuesen distintos los vómitos.
Pero no. Yo no sé si es que nos idiotizamos todos o que simplemente en las arriesgadas expectativas de cambiar solo nos satisface la prudente decepción de no conseguirlo, el caso es que seguimos permitiendo que dirijan nuestros dineros y nuestro futuro precisamente aquellos que nos metieron en la mierda y nos exigen que les subvencionemos.
Hubo un tiempo en el que vi como solución ahorrar dinero con la idea de echar dos mudas en una bolsa y largarme a cualquier lugar en el que apenas hablase mi idioma mi conciencia y solo quedase cerca el horizonte. Un poco más tarde hice números y pensé que la vida no podría ser muy distinta si el lugar con el que soñaba solo estaba a diez mil pesetas de aquí.
Ahora veo que ya me he hecho mayor como para tirarme al monte con un traje de arpillera para mi cadáver, y que habiendo una edad para el coraje, si la dejas pasar, lo único que te queda es asistir impasible a la noticia de que se ha muerto de viejo tu pediatra.
Así que, lo único que nos queda con esta actitud sumisa que nos caracteriza es seguir pataleando o intentando meter la mano en el pastel por medio de movimientos con fecha de calendario y de caducidad,  en vez de amartillar un escabeche como hicieron los franceses en el 1789

LUZ DE OTOÑO


Para mucha gente la última luz de Agosto representa el final del descanso y el anuncio inquietante de la inevitable y penal reanudación del trabajo. Sin embargo, a veces la observación del relevo rutinario y ajado de las luces hace que pensemos en lo más desolado de nuestras vidas y en la sensación de fracaso que para muchas personas supone enfrentarse con sus propias indigencias morales, y para otras, simplemente, superar el breve dramatismo de reencontrarse en la cocina con la nevera tan vacía como el alma.
Esa luz y la trompeta de Chet Baker hacen que tenga la sensación de estar viviendo uno de esos maravillosos instantes de agradable zozobra en los que tan hermoso resulta entristecerse sin que la razón tenga motivos

LEYENDO MAR (Marinos y capitanes)

-Es usted un entusiasta admirador del mar, capitán.
-Oh, si ¡Lo idolatro! El mar lo es todo. Cubre las siete décimas partes del universo. Su halito es puro y vivificante. Es la grandiosidad del desierto, en el que el hombre no esta jamás solo, porque nota la palpitación de la vida a su alrededor. El mar es el vehiculo de una vida sobrenatural y maravillosa; es movimiento y amor, es el infinito viviente, como ha dicho uno de sus poetas. Y efectivamente, señor profesor, la naturaleza se manifiesta en el en sus tres aspectos de vegetal, mineral, y animal. […]El mar es el vasto depósito de la naturaleza. Por el mar ha comenzado el globo, por decirlo así, y, ¡quien sabe si acabara también en el! En el esta la máxima y suprema tranquilidad.
En la superficie todavía les es posible matarse, devorarse, transportar a ella todos los horrores de la tierra, pero a treinta pies debajo de ellos, cesa todo su poderío, su influencia se acaba, su dominio se pierde. ¡Ah amigo mío, viva usted en las aguas mas profundas! ¡Solamente allí existe la independencia! ¡En el no tengo déspotas! ¡Soy libre! ¡Soy libre! ¡Absolutamente libre!
El capitán Nemo callo repentinamente en medio de su ardiente entusiasmo. ¿Se había dejado llevar más allá de su acostumbrada reserva? ¿Se había excedido en sus palabras? Por espacio de un momento se paseo con visibles muestras de excitación: Después se calmaron sus nervios y su fisonomía recobro su habitual expresión de serenidad, y dijo volviéndose a mí:
-Ahora, señor profesor, si desea usted visitar el Nautilus, estoy a su disposición.

Julio Verne- 20.000 leguas de viaje submarino, 1869

LEYENDO MAR (Escalas)

Lista de placeres de la escala

-Sentarse en la taberna del puerto para mirar desde tierra tu barco fondeado.
-Beber algo fresco.
-Consultar un menú con tres opciones por plato sin preocuparse por quien lavara los mismos.
-Callejear.
-Abusar del agua dulce dejando que corra el agua de la ducha, lavar los calcetines en el lavabo, etc.
-Pasear.
-Tomar un helado de chocolate.
-Ir a que te afeite un barbero profesional y que te lave el pelo una mano amiga. Para los que no se afeitan, sacar la barba de paseo y enseñarle el mundo y la ciudad.
-Ver pasar a la gente.
-Dormir en una cama con los brazos en cruz.
-Leer los folletos turísticos de la escala.
-Alquilar una Vespa o un coche e ir a visitar una ruina (por desgracia, siempre cae en la hora de más calor, entre mediodía y las tres), un museo, un palacio, una montaña.
-Pasearse al caer la noche por el muelle contemplando y comentado sobre los otros barcos.
-Cenar con música, acordeón, guitarra, bag pipe, lo mismo da, según la latitud.
-Amar
-Comprar un diario y constatar que cuanto más cambia todo, mas sigue todo igual.
-No preocuparse del viento, pero dedicarse a evaluar con los amigos la fuerza y la dirección que lleva.

… A mí se me ocurren un montón de cosas más, pero respetemos el texto de Deniau

Jean-François Deniau - La mar es redonda, 1981

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