La risa del mar

No soy Camus, tendría que navegar varias vidas para acercarme remotamente a la sonoridad narrativa de sus letras. Pero si que podríamos acercar las aceras en estremecimientos del alma en la mar, en como sentimos ese brisa sobre la piel y en como sabemos arroparnos en esa soledad azul que acompaña al hombre de mar en cada singladura. La mar es una hechicera irresistible que te cautiva, te fascina, te vacía y termina por hacerte extraño a todo salvo a ella. Al igual que la mejor de las amantes, sus húmedas caricias hacen que el corazón de un hombre se disuelva como la sal anulando voluntades y promesas.
En la anterior entrada Ico dejo un comentario en el que decía comprender ese sentimiento de sentirse escindido que compartía Camus con sus lectores. Yo además de comprenderlo, lo siento muy adentro; como esa fría humedad de las madrugadas portuarias que una vez metida bajo la dermis solo una larga ducha caliente es capaz de quitártela. Siento al igual que él en lo más profundo de mi alma, que mi vida esta escindida del pensar común y de la aparente normalidad que cualquiera pueda llevar en tierra.
Esta escisión voluntaria creo que es fruto de esa liquida morriña azul. Esa que hace que necesite embriagarme de horizontes limpios y de volver a saturarme de la riquísima coloración del mar. Pero sobre todo que necesite sus noches; esas noches tranquilas y serenas, noches que arrastran en su sombra luces rojizas con cielos engalanados de collares de perlas centelleantes tejidas sobre su vaporeo vestido azul. Necesito de forma imperativa apoyarme en la regala, mirar hacia popa, y contemplar ese burbujeo de fuego en la estela como si de un sendero de luz hecho con polvo de las mismísimas estrellas se tratase. Necesito escuchar a babor y a estribor en la noche, esas voces apagadas que hablan, o esas otras que cantan o parecen llorar; esas voces que llegan traídas por la calma de la noche desde las profundidades infinitas de la mar.
Ese sentir es lo que pone en tu boca esa sonrisa idiota cuando por ella eres abrazado.
Como decía el poeta Antonio Machado…

El mar hierve y canta…
El mar es un sueño sonoro.
El mar hierve y ríe
Con olas azules y espumas de leche y plata,
El mar hierve y ríe
Bajo el cielo azul.
El mar lactescente,
El mar rutilante
Que ríe en sus liras de plata sus risas azules…
¡Hierve y ríe el mar!

14 tripulantes tienen algo que decirte...:

Olgatuna dijo...

gracias por tu ayuda musical.. desde tierra adentro se añora el mar(lo prefiero masculino)y tu me lo descubres en mi desconocimiento.
un placer leerte y escucharte

Unknown dijo...

A veces la diferencia entre Camus y un capitán que escribe, radica simplemente en el lector enamorado de la prosa de uno u de otro. Lo demás suelen ser agentes literarios, editoriales y escritores anónimos que terminan por corregir y mejorar ciertos manuscritos.
Siempre difiero de quien tras su modestia… esconde calidad. Y esta vez te ha tocado a ti, mi estimado capitán.
En mi caso, hablando de morriñas, soy consciente del tiempo que llevo en tierra. Y una de las pocas soluciones que puedo tener de momento, es dejarme llevar por algún pescador artesanal que se aleje tres o cuatro millas de la costa y fijar mi mirada en la oscuridad del horizonte esperando que en fecha no muy lejana me encuentre en medio de la nada misma, pero feliz por haberme perdido de nuevo.
Un abrazo

amelia dijo...

la mar es para ti lo que el mar para mi, mi amante, mi confidente, mi todo, y sin el, apenas soy nada, la mar siempre fue mujer porque solo los hombres habitaban en ellas, nosotras, las mujeres, esperabamos como novias inquietas que la mar esta vez no fuera celosa y se los llevara con ella, pero ahora el mar es de todos, incluso de nosotras, hemos salida de casa, a buscarnos la vida, a sentir, y ya es nuestro amante, nuestro amigo mas tierno,
saludos capitan tan

➔ Sill Scaroni dijo...

Un capitán lleno de poesía y amor por este universo magico que es hecho de azul y sonoridad.

Un beso.

Mar dijo...

Tú no eres Camus ni falta que hace. Tanto vivir en la mar eres como ella, cautivador y hechicero con tus palabras.

Un beso mi Capitán!

marea@ dijo...

Amigo, voy a darme esa ducha caliente, la humedad del mar en la noche me ha calado el alma... un abrazo.

Rapanuy dijo...

Aprovecho para comentarte entradas anteriores:

Lo del incesto con la parienta me ha hecho sentir un escalofrió extraño, me ha quedado mal cuerpo.

Lo que diría Camus de “estos silencios desmesurados que son como el hechizo de la muerte”, si viera asomar del pontos a la etérea Afrodita.

Y aunque no seas Camus te ha quedado muy bien esa reflexión casi poética.

Saludos.

tressa dijo...

ayy, tu cada vez más filosófico y yo cada vez más macarra. Fredo, no me extraña que nos veamos poco jajjaja
Un beso, y mil

Froiliuba dijo...

A tus ojos se muestra y lo muestras, de una forma totalmente diferente a la que podemos tener los de "secano".
Siempre me maravilló el mar, pero sobre todo, su sonido, esa canción incesante que como sirena nos llama.

Daniel Garzee dijo...

"Pero sobre todo que necesite sus noches; esas noches tranquilas y serenas, noches que arrastran en su sombra luces rojizas con cielos engalanados de collares de perlas centelleantes tejidas sobre su vaporeo vestido azul."

Más de uno necesitaríamos esas noches alguna que otra vez.

chanclas dijo...

En esta vida de "los de tierra" tan diferente, tan escasa de horizontes amplios, tan de cemento, tus palabras me hacen añorar como nunca mis lejanos tiempos de marino. Fumar un cigarillo apoyado en la regala viendo las luces del puerto tan cerca y a la vez tan lejos, sintiendo el olor del mar y la luna en lo alto. Eres afortunado, Capitan y tu sabes que yo sé que no es oro todo lo que reluce.
Un abrazo.
Mañana pasaré por tu tierra, Vigo, camino de Portugal. Me acordaré de tí.

Anónimo dijo...

Sigue siendo un placer leerte.
Sigue siendo un placer leerte.
Dice un viejo jefe de máquinas de la mercante que le resulta terrible estar en tierra. Es todo una gran caos.. la ciudad huele (hablaba nada menos que de Buenos Aires), no se pueden ver las estrellas, las bocinas crispan el viento y ensordecen los oídos.., la gente se empuja en la calle...y un montón de cosas más.

Hoy , ya viejo y muy enfermo, sale todos los días en con su velero a navegar por el río de La Plata, para sentir que "hay un orden" y confirmar que sigue vivo.. y que se quiere morir en la mar.
Algunas personas tienen 2 vidas, una en tierra y otra en su profesión. Las más vulgares, entre las que me incluyo, tenemos solo una (por ahora.....)
Luisa
Hoy

Anónimo dijo...

Porque te conozco bien...Se que ELLA..celosa... te está llamando una vez mas. Paciencia para la nueva mujer de mar...
Muy buena tu entrada...Biquiños sinceros y cariñosos para los dos.
Choi

Anónimo dijo...

Ah... desde los 19 años que no oía a los Report.. y ya llovió desde entonces. Muy acertada elección
Luisa

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