LEYENDO MAR ( Los barcos ) 1


Si, un barco quiere que se lo mime con conocimiento de causa. Uno debe de tratar con comprensiva consideración los misterios de su naturaleza femenina, y entonces el estará a nuestro lado, fielmente, en nuestra incesante lucha contra fuerzas ante las que no avergüenza salir derrotado. Es una relación seria, aquella en la que un hombre vela celosamente por su barco. Este tiene sus derechos igual que si pudiera respirar y hablar; y de hecho hay barcos que, por el hombre que lo merezca, harán cualquier cosa, como dice el refrán, menos hablar.
Un barco no es un esclavo. No hay que forzarlo en una mar gruesa, no hay que olvidar nunca que uno le debe la mayor parte de sus ideas, de su habilidad, de su amor propio. Si uno recuerda esa obligación naturalmente y sin esfuerzo, como si fuera un sentimiento instintivo de su propia vida interior, el barco navegara, aguantara, correrá por uno mientras pueda, o como un ave marina cuando va a reposar sobre las enfurecidas olas, capeara el temporal más fuerte que jamás le haya hecho a uno dudar si viviría lo bastante para volver a ver salir el sol.






Joseph Conrad (El espejo del mar; 1906)

16 tripulantes tienen algo que decirte...:

Sylvia dijo...

"correrá por uno mientras pueda, o como un ave marina cuando va a reposar sobre las enfurecidas olas, capeara el temporal más fuerte que jamás le haya hecho a uno dudar si viviría lo bastante para volver a ver salir el sol."

Tambien ahí rezuma naturaleza feménina por salvaguardar aquello que vale la pena, seguro que sí...

Buenas noches capitán, un beso solo uno..

Unknown dijo...

Qué gran escritor Joseph Conrad. Amo el mar, lo vivió con deleite y lo ofreció a ciertos soñadores para que lo intentaran entender. Temer.
Un abrazo capitán.

Nano dijo...

Sabias palabras Capitán las del Sr. Conrad, ahora entiendo eso de la “naturaleza femenina”, no se por que al leerlas estaba pensando en una mujer y no en un barco, será por que nunca he tenido barco, pero si he tenido mujer…, quizás esto me ayude a comprenderlas mejor… a las mujeres, no a los barcos.
Mi aplauso también para Keiko.

Tesa dijo...

Supongo que el marino ama a su barco, cual aliado (socio, compañero) frente al mar.

Qué buena música te gastas siempre.

Besos.

Capitán Tormentas dijo...

¿Y que no rezuma parte de su naturaleza femenina en la mar SYL?... Hasta la testosterona de los marineros, creo yo. Otro para ti, pero este mañanero.

Y gracias a él y otros como el JAN, ciertos soñadores seguimos soñando con esa mar, a pesar sea su brisa nuestro despertar.

¿Comprender a las mujeres NANO? Difícil empresa esa. Personalmente me es más sencillo entender la mar y sus caprichos.

Supones bien mi querida TESA, pero no “frente”, sino “junto”. Un bico

Anónimo dijo...

Muy bueno el escrito de Conrad, yo diría también que,es una metáfora a la relación con alguien especial que tenemos a nuestro lado. El barco es, esa persona que nos acompaña en el camino y debemos saber como mimarlo y entenderlo, debe ser recíproco. Tener nuestros propios movimientos para poder dar lo mejor y la respuesta será, crecer juntos con total libertad y enriquecimiento.

Unknown dijo...

La verdad es que "un barco" puede que tenga alma o quizá ponemos alma en esta materia, no es causalidad que no hay barco que se precie que no tenga nombre ... y el tuyo? Como se llama? Muchos tienen nombre de mujer, es curioso como el amor se hace sentir en todas sus manifestaciones! Buenas noches, Capitán!

Mar dijo...

Pues yo debo ser bollera porque estuve enamorada de un barco que tuve...

Me gusta que me cuentes cosas de la mar, mi Capitán!

Un besito.

chanclas dijo...

"Un barco no es un esclavo. No hay que forzarlo en una mar gruesa"
Sin embargo un buen barco debe ser capaz de ser, es, un apendice de uno mismo. Y como tal camina raudo cuando se trata de alcanzar rapido la linea del horizonte,reposa en la ensenada cuando el corazón pide calma y se mantiene a la capa cuando el temporal arrecia, siempre vigilante, siempre constante.
Y como las personas, como aquellos a los que algun dia amamos,necesitan nuestros cuidados que agradecen sin recato.
Un abrazo.

marbu dijo...

Es una relación de amor profundo..de vivencias compartidas, sin duda
Un saludo.

Arminio dijo...

Tienes un blog precioso, te doy la enhorabuena por tu buen hacer.

Como va de mar, te envio el enlace de mi blog, por si lo quieres recomendar, es del buque Galatea, en el escriben personas que navegaron a bordo y cuentas sus experiencias.

Un saludo e intenatré crear un enlace del tuyo en el mío. A ver si lo consigo que soy nuevo en esye tipo de blogs. El anterior se eliminó con más de mil comentarios, por cese de la empresa.

Saludo y ánimo con tu maravilloso espacio que es un alegría para los ojos.

http://buqueescuelademaniobragalatea.blogspot.com/2011/10/el-galatea-navega-de-nuevo.html

Arminio dijo...

Te mando unas páginas de un libro que he escrito sobre el Galatea.

En un caluroso día de verano, después de tres interminables días de viaje, el sol deslumbraba la mirada somnolienta de un vivaz joven, cuando por fin se detuvo el tren correo que llegaba quejumbroso a la estación de destino.

Al pisar el andén se vio envuelto en una bulliciosa masa de viajeros, entre los que destacaban marineros vestidos de blanco y algún Lepanto que otro girando sobre los dedos de algún sonriente muchacho.

En ese instante notó en su interior un estremecimiento al sentir que su vida ya no sería la misma, pues tras haber cumplido su deseo, allí mismo y a escasos metros le esperaban tres mástiles con vergas cruzadas, su sueño en forma de velero.

Días antes aguardaba inquieto, sentado en el duro banco de madera del vagón de tercera clase, la hora de partida desde su pueblo natal. El tren al comenzar a moverse parecía vomitar humo y fuego, dejando lentamente atrás el familiar entorno del joven, repleto de naranjos y limoneros que tras haber dado ya su fruto cubrían el campo de vistosos colores tamizados por el verdor de sus hojas.

Tras asomar su cabeza por la ventanilla, un torbellino de aire fresco envolvió su cara que dirigía con cierta tristeza a un pequeño punto cada vez más lejano, y del que ya solo llegaba a divisar el campanario de la iglesia, rodeado de incontables casas encaladas de blanco con sus resplandecientes tejados rojizos, que aún en la distancia podía reconocer individualmente.

A los pocos minutos y ante su atenta mirada, con lágrimas en los ojos, apenas distinguía del núcleo urbano un punto blancuzco entre las copas de los verdes árboles y al fondo la montaña. Al girar la cabeza hacia la dirección del viento, el aire enjugó rápidamente sus húmedas mejillas notando como si diminutos cristales de sal le quemaran el rostro.

Arminio dijo...

Un velero blanco cruza mi añoranza,
esculpe la mar brava con sus aguas.
Estrellas de plata dibuja y lunas blancas,
en el cielo de mis noches iluminadas.

Una nube de pasión cruza los cielos,
bajando lluvia pequeña en fina danza.
Yo camino por las sendas de tus cielos,
fundiendo en mi costado la esperanza.

Perdidas entre dulces sueños dos almas.
Su reencuentro multiplica las estrellas,
observando atentas a la dama
Galatea, ninfa entre las bellas.

Solo quiero la tersura de tus labios
y mi barca anclada en tu puerto.
Adueñarme de la mirada de tus ojos.
No retroceder ante el embate de tus besos.

Rotas las ánforas de viajes y despedidas.
El amor en oscuras celdas prisionero.
Torbellinos de ilusiones renovadas.
Ha roto los barrotes de mi encierro.

A la orilla de la mar espero tu regreso.
Libre , con ilusiones y esperanzas.
Deseoso de cumplir mi soñado deseo.
pasan los días, tempestades y bonanzas.

Arminio dijo...

Blanco como la espuma
es mi velero
y desde el cielo
veo tu navegar
sobre el mar.

Galatea, sobre la bruma
tus velas, el viento,
las tempestades, tu barlovento.
Tú rezumas agua de sal
por tus poros de abacá.

Silueta femenina en la tajamar
en tus jarcias y palos,
“maniobras” osados
sobre flechastes, burdas,
sollozos y dudas.

Nereida te dejaste amar.
Sueños, mares
amores , lugares
travesías, osadías
noches, madrugadas, días.

Arminio dijo...

Escuchando tu música "cosas do amor, me hacen sofrir, só pensando en voce" recuerdo mis aventuras por Brasil, en esas blancas playas de area quente, y esa cerveza "estúpidamnete helada" tomada al ocultarse el sol sobre el horizonde de la mar y sorprendido l principio por el aplaudp de la gente allí reunida aguardando la puesta del sol .

Saludos

Arminio dijo...

Y a son de esta canción que escucho en tu blog te dejo un retazo del Galatea por tierras brasileñas.

Después de los trabajos de mantenimiento, a las doce del mediodía se permitió la salida al personal de la guardia saliente y Asturias doblemente feliz, miraba a su compañero dibujándose en su rostro una abierta sonrisa, cuando ambos salían por la plancha mirando a popa para saludar militarmente a la bandera.

Siempre que se habla de Brasil, se muestra la cara sucia de de ese país, olvidando resaltar a esa mayoría de población carente de medios económicos, pero honrada, sensible, amigable y laboriosa.

Lo primero que impresionó a los marinos del Galatea fue el bullicio de vendedores ambulantes entre los que predominan esos niños listísimos que se ganan la vida con toda suerte de industrias insólitas. Esos rapaces que nada más amanecer se echaban a la calle, husmeando entre las basuras, bailando entre los tubos de escape de los coches y que con su cara amable y sonriente demostraban que estaban más vivos que muchos turistas que con cara de asombro los contemplan.

El sol era la mano que moldeaba desde el caliente amanecer, esa naturaleza generosa y profusa que sin duda es la mayor riqueza que poseían sus gentes.

Quedaron boquiabiertos ante una ciudad que en la que nadie parecía quieto, en el que en cada rincón se vivía a ritmo de samba, en la que nada tiene demasiada importancia y todo es decisivo, en la que nada parece imprescindible pero todo era trascendente.

La visita a la ciudad fue inolvidable para aquellos muchachos, que su único horizonte había sido, la ahora lejana tierra de sus pueblos natales. En ningún momento se sintieron extraños, todo lo contrario, quedaron gratamente sorprendidos del trato recibido y en todo momento pensaron que eran protagonistas y visitantes de honor de aquel lejano pueblo al otro lado del Atlántico.

Un saludo

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