El final, se acerca ya,
lo esperaré, serenamente,
ya ves, que yo he sido así,
te lo diré, sinceramente,
viví, la inmensidad,
sin conocer, jamás fronteras
y bien, sin descansar, y a mi manera.

Jamás, tuve un amor,
que para mí, fuera importante,
tomé, solo la flor,
y lo mejor, de cada instante,
vivi, y disfruté,
no sé si más, que otro cualquiera,
y si, todo esto fué, a mi manera.

Por que sabrás, que un hombre al fin,
conocerás por su vivir,
no hay por que hablar, ni que decir,
ni que llorar ni que fingir,
puedo seguir, hasta el final,
a mi manera.

Tal vez lloré, o tal vez reí,
tal vea gané, o tal vez perdí,
ahora sé que fuí feliz,
que si lloré, también amé,
puedo vivr, hasta el final, a mi manera.




MY WAY (FRANK SINATRA)




MY WAY (SID VICIUS)




MY WAY (NINA HAGEN)

La juventud se lleva por dentro


Con motivo de mi pasado cumpleaños, me permito la licencia de rescatar de mi viejo Cuaderno de Bitácora este escrito. Espero que os guste y os de que pensar.


Un día cualquiera, en un ambulatorio cualquiera, de una ciudad cualquiera...
D. Manuel jubilado hace ya una década y asiduo cliente de dicho establecimiento enciende su cigarrito nada más bajar del autobús aprovechando que hoy la Dolores no pudo acompañarlo, pues tuvo que llevar a su nieto a la escuela ya que la Manoli tiene el coche en el taller y se tuvo que levantar una hora antes para llegar a tiempo al trabajo.

-En fin...no hay mal que por bien no venga, una mañana de tranquilidad sin esa bruja por el medio, cof, cof, coooff,- se dice D. Manuel apurando una última y sabrosa calada antes de subir -no con poca dificultad-, las escaleras de entrada a la clínica.

-Buenos días Sr. Manuel, cada día está usted más joven- le dice una recepcionista, más fea que el parto de Mick Jagger y que parece haber usado un rodillo para maquillarse. Mientras le mete su papelito del numero de turno en medio de la vieja y manoseada cartilla de la seguridad social - Mmmm…..días,- contesta el.

-Ya sabe, segunda puerta a la derecha- le sigue diciendo la torda.

-Viejo sí, pero no pánfilo, cretina. Llevo diez años atravesando la misma puta puerta- masculla por lo bajo D. Manuel al tiempo que con la mirada busca un sitio donde descansar sus viejos y cansados huesos, en espera de que lo llamen a consulta.

Apoyado en su bastón y dando pequeños pasos de muñeca de Famosa atraviesa la sala y se sienta en una silla de plástico no sin poca dificultad, -cof, cof, coff, arrrrggg-.

Al poco se sientan a su lado dos marujas sexagenarias que tienen un enorme parecido con su legitima o con la recepcionista pintada a brocha. Mismo tinte, mismo corte de pelo, misma blusa clara con un par de botones desabrochados dejando entrever un canalillo que haría dos décadas seria un hermoso preludio de lo que se encontraba oculto, pero que ahora estaba surcado de arrugas más profundas que la falla de San Andrés. Mismo pantalón de traje semi apretado marcando unas lorzas asfixiadas por unas bragas que tranquilamente podrían ser usadas como camisetas por el mismo. Y de calzado los ya clásicos zapatos negros de medio tacón marca “Sor Angustias de la cruz”...En fin, el uniforme oficial de la sexagenaria española que lleva muy mal eso del paso de los años.

–Llegada a una edad todas son iguales-...piensa él. Y a ver si va a tener razón aquel que dijo que las mujeres pasados los cuarenta ya no se maquillan...!se restauran!-, jejeje...Se reía de sus propios pensamientos el cabroncete al tiempo que las observa por encima de sus viejas gafas de nácar.

-Pues sí, Paqui si...la juventud se lleva por dentro... la edad es lo de menos- le dice la una a la otra mientras se sientan.

-Hay que joderse- piensa el abuelete, -estas también fueron contagiadas por el virus de “la juventud no tiene edad”-

-¿Verdad que sí, señor?- le suelta una de las loras

-¿Verdad que sí, el que?- gruñe D. Manuel

-Que la juventud se lleva por dentro-...contesta la momia

- Si señora sí, ya ve usted. Y tanto que se lleva por dentro, que si no fuera por mis setenta y dos años, mis dos operaciones de próstata, mi ciática, mi enfisema pulmonar, mi reuma y que hace tiempo que esta no funciona ni con un kilo de viagra. Si no fuera por todo eso señora...le andaría a usted en las muelas ahí mismo con toda mi juventud interior-, señalando el lavabo de la consulta…

-¡Pero bueno…!

...Y rescatándolo de una inminente tormenta tropical de fuerza diez. La voz aguda y estridente de la enfermera suena desde el interior de la consulta...

-¡Que pase el siguiente por favorrrr!-.

-Salvado por la campana- piensa D. Manuel aupándose trabajosamente sobre su bastón

-Hombre D. Manuel, por usted no pasan los años-, le dice el doctor al tiempo que cruza el umbral de la puerta.

-¡No joda!..... ¿Usted también?-...


Carta a una mujer desesperada y cabreada



Acabo de verla en la televisión diciendo que: No queremos banderitas españolas ni pensiones de viudas. Queremos a nuestros maridos y los queremos vivos. Y si la han cagado que lo arreglen… -Con todos mis respetos, y esto le sonara muy duro… -¡Quien la ha cagado es su marido!-.

Comprendo su angustia, su desesperación y su cabreo. Es su marido el que está detenido con amenaza de muerte, y por lo tanto lógica su reacción. Y es su gobierno quien con la transparencia de las gafas de un soldador, está efectuando unas negociaciones de las cuales depende la vida de su legitimo. Sé que es duro escuchar de quien amas palabras como las que usted escucho hoy: “Cari, atiéndeme, no tengo tiempo. Acaban de llevarse a tres hombres a tierra y nos van a ir llevando a todos si no entregamos a sus familiares a los piratas que están en España. El Gobierno está mirando a otro lado, Lucha, lucha, lucha. No me dejes solo".

Pero con todos mis respetos. ¿Sabe qué señora? Y esto se lo digo desde el enfoque de quien vivió esa misma situación varias veces en su vida. Y que aunque tuve la suerte de no haber sido detenido nunca, me la jugué como se la jugó el, evidentemente yo con más estrella;, pues aquí estoy contándoselo y el por desgracia esta en algún lugar de la selva, con sentencia dictada y fecha casi prescrita.

Quisiera decirle y hacerle entender de alguna manera, que no se puede proteger todo el océano, aunque si un área determinada. Y eso es lo que hizo el gobierno de España conjuntamente con los gobiernos de Alemania, Francia e Italia. El patrón del barco de su marido seguramente en acuerdo con su armador, tomo la determinación en su día de faenar fuera de esa zona protegida. De hecho se encontraba 800 millas al sur del área asignada a la misión Atalanta.

Todos sabemos que el pescado nunca se encuentra donde quisiéramos que lo hiciera y hay que buscarlo en los sitios más cabrones la mayoría de las veces, Ahí es donde entramos los capitanes de pesca. El capitán del barco de su marido tomo una decisión, y no seré yo el que juzgue si fue equivocada o no. A lo largo de mi vida laboral, tuve varias veces que tomar decisiones de ese calibre, recuerdo que en una de ellas me vi obligado a trabajar dentro de aguas de Liberia por la escasez del pescado fuera, a pesar de que aquel mismo año el pulitzer de fotografía se lo llevo precisamente un reportero americano que retrato una cabeza cortada en medio de la vía pública de Monrovia, capital de esa nacion. El país estaba en pleno desgobierno institucional, y dejando el poder en manos de paramilitares bandas de tarados. Con lo cual si nos hubieran cogido, seguramente hoy en día no podría estar escribiéndole esto.

Con esto lo que le quiero decir es que cada uno tiene que asumir las epílogos de sus comedias. Es muy gratuito cuando las cosas las sesgan verdes echar la culpa a un gobierno, como en este caso hacen algunos armadores vascos alentados por el oportunismo del PP que ve sangre de urna en su proa. Quieren que el gobierno proteja a los pescadores que faenan en el Indico metiendo infantes de marina en los barcos a cuenta del erario público. ¿Que haría el patrón del barco de su marido, si en el hubiera una docena de infantes?, se quedaría dentro del área protegida y vigilada por las fragatas, o se iría a faenar como en este caso a 800 millas de ella. Además si los armadores tienen derecho a protección militar española en aguas extranjeras, ¿Por qué no enviar tropas para proteger prospecciones petrolíferas u otro tipo de negocios de firmas españolas en territorios de riesgo?, ¿O dar similar protección a empresas hispanas que tienen problemas de seguridad en Angola, Colombia, Nigeria, etcétera?. A estas alturas más de cuatro, y cinco incluso, me estarán echando los perros, y se preguntaran que clase de capitán soy, que niega la protección de su tripulación por parte de su propio gobierno… Y nada más lejos de la realidad.

Me manifesté en su día junto con otros muchos compañeros, y en plena guerra del fletan con Canadá, contra la escasa protección gubernamental. Y el gobierno de España respondió mandando a la zona, mucho después del secuestro del “Estay” por parte de las “autoridades “ Canadienses, a la patrullera de la clase serviola P-74 Atalaya con la misión de defender una apresamiento totalmente surrealista. Perpetrado por la avaricia de un país que se pasaba en ese momento por los huevos, tratados internacionales, aguas jurisdiccionales y cualquier acuerdo NAFO. Y no olvidemos que en ese caso se trataba de un estado, obligado a defender a sus ciudadanos de la agresión por parte de otro estado, lo cual constituye más gravedad.

Lo único que le reprocho a este gobierno y a la ministra del buen rollito; es que a raíz de la inoportuna detención de los dos jóvenes piratas, y sabiendo que las negociaciones cambiarían radicalmente su rumbo. (No hacía falta ser muy listo, para verlo). ¿Porque no hubo un asalto ya, si en todo momento se tenía controlado el barco y a sus secuestradores? Ahora ,si lo quieren hacer tendrán que hacer dos, uno en tierra y otro en la mar. Estoy seguro que si esto hubiera pasado con nuestros vecinos gabachos, hace tiempo que se hubiera solucionado. Pero aquí como somos el país de Alicia, ni hablar de que un armario de los cuerpos especiales de la armada, le quite la chulería de dos hostias al pobre moreno desarrapado, no vaya a ser que después vengan las oenegés a manifestarse en contra de la violencia racista de estado.

Y para acabar, y tranquilizarla… o algo. Pienso que esto acabara como acabaron todos los secuestros hasta ahora… pagándolo y punto. Y si hay que devolverles a los dos piratas detenidos, ¡se les devuelve coño!. Que aquí ya bastante tenemos con los que nos dispensan las Pateras, como para encima pagarles a otros el viaje y la estancia, con custodia incluida.

Supongo que lo escrito le sonara muy duro, mas viniendo de un compañero. Pero creame que no es mi intención molestar a nadie ni polemizar. Su objetivo, es simplemente la de dejar mi opinión. Creo  que con criterio, como profesional que soy con algunos percebes ya en los huevos.

Cuando la mar se cabrea...

Ayer la mar se ha cobrado una nueva vida. Una vida todavía joven, un mujer de 36 años que obstinada en recoger agua del mar, para sabe dios lo que, y que a la altura de la escalera cero en la playa de San Lorenzo (Gijón) un golpe de mar se la llevo. Hace dos días sin ir más lejos, la misma torre de Control de Tráfico Marítimo de Gijón se paso la tarde sacando barcos del agua… barcos de recreo sobre todo.

Parece mentira que después de tanta muerte absurda, -pues está demostrado que de cada cinco vidas que se pierden en la mar solamente una pertenece a un profesional de la misma-, no hubiéramos aprendido ya a estas alturas que con la mar solamente se juega cuando ella quiere. Y que cuando nos muestra sus afilados y despiadados colmillos lo mejor y más prudente es una retirada a tiempo antes de que te de ajo.

Si, ya sé que es muy alucinante, muy romántico y todo eso, el ir a ver como rompen las olas en una escollera, un acantilado o una playa. Al igual que escabullirse sobre las olas con todo el trapo desplegado y con vientos de 30 nudos para luego contárselo a los colegas de gorra blanca y cordón dorado, mientras se toma la caña en el club náutico apoyado en la barra, y en ruda postura varonil en sintonía con su ignorancia contumaz. Pero todo eso es muy bonito cuando sabes de verdad lo que tienes en las manos y “crees” que lo tienes casi todo controlado, (y ni por esas).

Es sobre todo; una buena previsión y la prudencia veterana lo que te saca de esos marrones la mayoría de las veces. Y parece mentira que pasen estas cosas hoy en día con los avances tecnológicos que hay, con los cuales puedes observar los pronósticos con una antelación de cuatro o cinco días, tal y como se pudo ver con este frente que entro en la península producto de esa borrasca atlántica de 979 milibares centrada al norte de Irlanda; que atrás quedaron ya aquellos tiempos de nuestros ágüelos en los que había que tirar de refranero para evitar que el reparto de hostias te pillara por el tercio, (Con levante claro y poniente oscuro, temporal seguro). O como esa otra que hasta un tonto del higo puede ver y que hará su entrada por el noroeste de la piel de toro entre el mediodía y la noche del próximo viernes, con sus 976 milibares de mala hostia y que probablemente nos dejara un regalito en forma de vientos del noroeste en Galicia y en el Cantábrico, los cuales podrán llegar a alcanzar incluso los 50 nudos.

El caso es que además de perderse las vidas de estos imprudentes, se están arriesgando las vidas de otros que no lo son tanto; como pudieron ser en este caso, la de los dos jóvenes héroes que ayer y a pesar de que las cosas no estaba para muchas chirigotas, no dudaron un instante en intentar salvar la vida de la mujer. O como las de los muchachos de Salvamento Marítimo que finalmente fueron los que tuvieron que sacar del agua a la mujer y a los dos jóvenes. Si ya sé que estos marinos están entrenados y preparados para lo peor. ¡Pero coño!, démosles trabajo por otras causas, no por impremeditaciones absurdamente temerarias.

En referencia a “algunos” patrones de estos, de barquitos de recreo, me hago risa encima, sobre todo mentando a esos que usan como fuente de documentación náutica la revista de turno mensual en la que la motora de portada corta el mar azul, mientras la pava que la timonea saluda a la cámara mostrando vigorosos pectorales. O esos otros como aquel que vi el otro día en la tele, y que era un conocido actor confesándole a la torda que lo entrevistaba, -que se estaba sacando el “carnet” de barco….
¡Hay que joderse, verdad Mon!.

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