Feliz año

Bueno, ahí os dejo mi felicitación y mis deseos de que tengáis un feliz año nuevo para aquellos a los que no pude mandársela personalmente por desconocer su mail. Espero y anhelo que para los que este 2009 no le fue muy bien o les fue como el culo, el siguiente mejore con creces. Y para esos otros que fuimos tirando durante este año en medio de la puta crisis, el que viene al menos no sea peor.
Ah!, y menos cachondeo con la errata de felicitaros el 2007, jajaja. Que no fue un reciclado de felicitación ¡Porteras! Ya sabéis que a ciertas edades no se pueden fumar según qué cosas. Hay que ser un poco condescendiente, ¿no?

Un abrazo

Leyendo mar ( El mar ) 1


El mar fascinara siempre a aquellos en quienes el disgusto de la vida y la atracción del misterio precedieron a los primeros dolores, como un presentimiento de la insuficiencia de la realidad para satisfacerlos. A quienes tienen necesidad de reposo antes de haber sentido todavía alguna fatiga, el mar los consolara, los exaltara vagamente. El mar no lleva como la tierra, las huellas de los trabajos de los hombres y de la vida humana. Nada permanece en el, nada pasa por el sino huyendo, y la estela de los barcos que lo surcan, ¡que rápido se desvanece! De ahí esa gran pureza del mar que las cosas terrestres no tienen. Y esa agua virgen es mucho más delicada que la tierra endurecida donde solo el azadón consigue hacer mella. El paso de un niño sobre el agua abre en ella un surco profundo con un rumor claro, y durante un momento quedan rotos los matices ininterrumpidos del agua; luego todo vestigio se desvanece, y el mar se vuelve calmo como en los primeros días del mundo. Quien este cansado de los caminos de la tierra o que intuya, antes de haberlo intentado, lo áspero y vulgares que son, quedara seducido por las pálidas rutas del mar, más peligrosas y más dulces, inciertas y desiertas. Todo es misterio en ellas, hasta las grandes sombras que a veces flotan serenamente sobre los campos desnudos del mar, sin casa ni umbrías, y que proyectan las nubes, esas aldeas celestes, esas vagas enramadas.
El mar tiene el encanto de las cosas que no callan de noche, que para nuestra vida inquieta son un permiso para dormir, una promesa de que no todo será aniquilado, como la lamparilla de noche de los niños, que se sienten menos solos cuando luce. El mar no está separado del cielo como la tierra, siempre está en armonía con sus colores, se conmueve con sus matices más delicados. Centellea bajo el sol y cada atardecer parece morir con él. Y, cuando el sol ha desaparecido, el mar sigue añorándolo, conservando un poco de su luminoso recuerdo, frente a la tierra uniformemente oscura. Es el momento de sus reflejos melancólicos, y tan dulces que sentimos derretirse nuestro corazón al mirarlos. Cuando casi ha llegado la noche y el cielo esta sombrío sobre la tierra ahora negra, el mar todavía reluce débilmente, no se sabe porque misterio, porque brillante reliquia del día enterrada bajo las olas.
El mar refresca nuestra imaginación porque no hace pensar en la vida de los hombres, sino que alegra nuestra alma, porque, como ella, es aspiración infinita e impotente, impulso continuamente interrumpido por caídas, lamento eterno y dulce. Por eso nos encanta como la música, que no lleva, como el lenguaje, la huella de las cosas, que no nos dice nada de los hombres pero imita los movimientos de nuestra alma. Nuestro corazón, lanzándose con sus olas y volviendo a caer con ellas, olvida así sus propios desfallecimientos, y se consuela en armonía intima entre su tristeza y la del mar, que confunde su destino y el de las cosas.




Marcel Proust  "El mar", Los placeres y los días, 1892

Nostalgias


Lo que puedas llegar a saber de una mujer raras veces te resultará tan atractivo como lo que supongas de ella. No importa. Aun así vale la pena volcarse a cambio de nada. Si te equivocas de mujer, lo que cuenta es que ella te abrace aunque sólo sea para consolarte del infortunio de haberla conocido.
Pero en ella todo fue distinto, lo descubierto fue lo sublime, lo revelado fue lo extraordinario, lo desnudo fue lo exquisito. Al que ama, al igual que al atleta al que sus propios resuellos le impiden explicar la carrera recién atravesada la meta, solo el tiempo y la soledad le facilitan el embrujo del relato. Por eso es en la distancia en donde encuentra la inspiración para sus mejores recuerdos. Y así en las frías mañanas de domingo otoñal el recuerdo de su aterciopelada piel solo es comparable a eso balsámicos besos suyos capaces de diezmar la nostalgia.

Bon Nadal




SIDA = VIDA


El final, se acerca ya,
lo esperaré, serenamente,
ya ves, que yo he sido así,
te lo diré, sinceramente,
viví, la inmensidad,
sin conocer, jamás fronteras
y bien, sin descansar, y a mi manera.

Jamás, tuve un amor,
que para mí, fuera importante,
tomé, solo la flor,
y lo mejor, de cada instante,
vivi, y disfruté,
no sé si más, que otro cualquiera,
y si, todo esto fué, a mi manera.

Por que sabrás, que un hombre al fin,
conocerás por su vivir,
no hay por que hablar, ni que decir,
ni que llorar ni que fingir,
puedo seguir, hasta el final,
a mi manera.

Tal vez lloré, o tal vez reí,
tal vea gané, o tal vez perdí,
ahora sé que fuí feliz,
que si lloré, también amé,
puedo vivr, hasta el final, a mi manera.




MY WAY (FRANK SINATRA)




MY WAY (SID VICIUS)




MY WAY (NINA HAGEN)

La juventud se lleva por dentro


Con motivo de mi pasado cumpleaños, me permito la licencia de rescatar de mi viejo Cuaderno de Bitácora este escrito. Espero que os guste y os de que pensar.


Un día cualquiera, en un ambulatorio cualquiera, de una ciudad cualquiera...
D. Manuel jubilado hace ya una década y asiduo cliente de dicho establecimiento enciende su cigarrito nada más bajar del autobús aprovechando que hoy la Dolores no pudo acompañarlo, pues tuvo que llevar a su nieto a la escuela ya que la Manoli tiene el coche en el taller y se tuvo que levantar una hora antes para llegar a tiempo al trabajo.

-En fin...no hay mal que por bien no venga, una mañana de tranquilidad sin esa bruja por el medio, cof, cof, coooff,- se dice D. Manuel apurando una última y sabrosa calada antes de subir -no con poca dificultad-, las escaleras de entrada a la clínica.

-Buenos días Sr. Manuel, cada día está usted más joven- le dice una recepcionista, más fea que el parto de Mick Jagger y que parece haber usado un rodillo para maquillarse. Mientras le mete su papelito del numero de turno en medio de la vieja y manoseada cartilla de la seguridad social - Mmmm…..días,- contesta el.

-Ya sabe, segunda puerta a la derecha- le sigue diciendo la torda.

-Viejo sí, pero no pánfilo, cretina. Llevo diez años atravesando la misma puta puerta- masculla por lo bajo D. Manuel al tiempo que con la mirada busca un sitio donde descansar sus viejos y cansados huesos, en espera de que lo llamen a consulta.

Apoyado en su bastón y dando pequeños pasos de muñeca de Famosa atraviesa la sala y se sienta en una silla de plástico no sin poca dificultad, -cof, cof, coff, arrrrggg-.

Al poco se sientan a su lado dos marujas sexagenarias que tienen un enorme parecido con su legitima o con la recepcionista pintada a brocha. Mismo tinte, mismo corte de pelo, misma blusa clara con un par de botones desabrochados dejando entrever un canalillo que haría dos décadas seria un hermoso preludio de lo que se encontraba oculto, pero que ahora estaba surcado de arrugas más profundas que la falla de San Andrés. Mismo pantalón de traje semi apretado marcando unas lorzas asfixiadas por unas bragas que tranquilamente podrían ser usadas como camisetas por el mismo. Y de calzado los ya clásicos zapatos negros de medio tacón marca “Sor Angustias de la cruz”...En fin, el uniforme oficial de la sexagenaria española que lleva muy mal eso del paso de los años.

–Llegada a una edad todas son iguales-...piensa él. Y a ver si va a tener razón aquel que dijo que las mujeres pasados los cuarenta ya no se maquillan...!se restauran!-, jejeje...Se reía de sus propios pensamientos el cabroncete al tiempo que las observa por encima de sus viejas gafas de nácar.

-Pues sí, Paqui si...la juventud se lleva por dentro... la edad es lo de menos- le dice la una a la otra mientras se sientan.

-Hay que joderse- piensa el abuelete, -estas también fueron contagiadas por el virus de “la juventud no tiene edad”-

-¿Verdad que sí, señor?- le suelta una de las loras

-¿Verdad que sí, el que?- gruñe D. Manuel

-Que la juventud se lleva por dentro-...contesta la momia

- Si señora sí, ya ve usted. Y tanto que se lleva por dentro, que si no fuera por mis setenta y dos años, mis dos operaciones de próstata, mi ciática, mi enfisema pulmonar, mi reuma y que hace tiempo que esta no funciona ni con un kilo de viagra. Si no fuera por todo eso señora...le andaría a usted en las muelas ahí mismo con toda mi juventud interior-, señalando el lavabo de la consulta…

-¡Pero bueno…!

...Y rescatándolo de una inminente tormenta tropical de fuerza diez. La voz aguda y estridente de la enfermera suena desde el interior de la consulta...

-¡Que pase el siguiente por favorrrr!-.

-Salvado por la campana- piensa D. Manuel aupándose trabajosamente sobre su bastón

-Hombre D. Manuel, por usted no pasan los años-, le dice el doctor al tiempo que cruza el umbral de la puerta.

-¡No joda!..... ¿Usted también?-...


Carta a una mujer desesperada y cabreada



Acabo de verla en la televisión diciendo que: No queremos banderitas españolas ni pensiones de viudas. Queremos a nuestros maridos y los queremos vivos. Y si la han cagado que lo arreglen… -Con todos mis respetos, y esto le sonara muy duro… -¡Quien la ha cagado es su marido!-.

Comprendo su angustia, su desesperación y su cabreo. Es su marido el que está detenido con amenaza de muerte, y por lo tanto lógica su reacción. Y es su gobierno quien con la transparencia de las gafas de un soldador, está efectuando unas negociaciones de las cuales depende la vida de su legitimo. Sé que es duro escuchar de quien amas palabras como las que usted escucho hoy: “Cari, atiéndeme, no tengo tiempo. Acaban de llevarse a tres hombres a tierra y nos van a ir llevando a todos si no entregamos a sus familiares a los piratas que están en España. El Gobierno está mirando a otro lado, Lucha, lucha, lucha. No me dejes solo".

Pero con todos mis respetos. ¿Sabe qué señora? Y esto se lo digo desde el enfoque de quien vivió esa misma situación varias veces en su vida. Y que aunque tuve la suerte de no haber sido detenido nunca, me la jugué como se la jugó el, evidentemente yo con más estrella;, pues aquí estoy contándoselo y el por desgracia esta en algún lugar de la selva, con sentencia dictada y fecha casi prescrita.

Quisiera decirle y hacerle entender de alguna manera, que no se puede proteger todo el océano, aunque si un área determinada. Y eso es lo que hizo el gobierno de España conjuntamente con los gobiernos de Alemania, Francia e Italia. El patrón del barco de su marido seguramente en acuerdo con su armador, tomo la determinación en su día de faenar fuera de esa zona protegida. De hecho se encontraba 800 millas al sur del área asignada a la misión Atalanta.

Todos sabemos que el pescado nunca se encuentra donde quisiéramos que lo hiciera y hay que buscarlo en los sitios más cabrones la mayoría de las veces, Ahí es donde entramos los capitanes de pesca. El capitán del barco de su marido tomo una decisión, y no seré yo el que juzgue si fue equivocada o no. A lo largo de mi vida laboral, tuve varias veces que tomar decisiones de ese calibre, recuerdo que en una de ellas me vi obligado a trabajar dentro de aguas de Liberia por la escasez del pescado fuera, a pesar de que aquel mismo año el pulitzer de fotografía se lo llevo precisamente un reportero americano que retrato una cabeza cortada en medio de la vía pública de Monrovia, capital de esa nacion. El país estaba en pleno desgobierno institucional, y dejando el poder en manos de paramilitares bandas de tarados. Con lo cual si nos hubieran cogido, seguramente hoy en día no podría estar escribiéndole esto.

Con esto lo que le quiero decir es que cada uno tiene que asumir las epílogos de sus comedias. Es muy gratuito cuando las cosas las sesgan verdes echar la culpa a un gobierno, como en este caso hacen algunos armadores vascos alentados por el oportunismo del PP que ve sangre de urna en su proa. Quieren que el gobierno proteja a los pescadores que faenan en el Indico metiendo infantes de marina en los barcos a cuenta del erario público. ¿Que haría el patrón del barco de su marido, si en el hubiera una docena de infantes?, se quedaría dentro del área protegida y vigilada por las fragatas, o se iría a faenar como en este caso a 800 millas de ella. Además si los armadores tienen derecho a protección militar española en aguas extranjeras, ¿Por qué no enviar tropas para proteger prospecciones petrolíferas u otro tipo de negocios de firmas españolas en territorios de riesgo?, ¿O dar similar protección a empresas hispanas que tienen problemas de seguridad en Angola, Colombia, Nigeria, etcétera?. A estas alturas más de cuatro, y cinco incluso, me estarán echando los perros, y se preguntaran que clase de capitán soy, que niega la protección de su tripulación por parte de su propio gobierno… Y nada más lejos de la realidad.

Me manifesté en su día junto con otros muchos compañeros, y en plena guerra del fletan con Canadá, contra la escasa protección gubernamental. Y el gobierno de España respondió mandando a la zona, mucho después del secuestro del “Estay” por parte de las “autoridades “ Canadienses, a la patrullera de la clase serviola P-74 Atalaya con la misión de defender una apresamiento totalmente surrealista. Perpetrado por la avaricia de un país que se pasaba en ese momento por los huevos, tratados internacionales, aguas jurisdiccionales y cualquier acuerdo NAFO. Y no olvidemos que en ese caso se trataba de un estado, obligado a defender a sus ciudadanos de la agresión por parte de otro estado, lo cual constituye más gravedad.

Lo único que le reprocho a este gobierno y a la ministra del buen rollito; es que a raíz de la inoportuna detención de los dos jóvenes piratas, y sabiendo que las negociaciones cambiarían radicalmente su rumbo. (No hacía falta ser muy listo, para verlo). ¿Porque no hubo un asalto ya, si en todo momento se tenía controlado el barco y a sus secuestradores? Ahora ,si lo quieren hacer tendrán que hacer dos, uno en tierra y otro en la mar. Estoy seguro que si esto hubiera pasado con nuestros vecinos gabachos, hace tiempo que se hubiera solucionado. Pero aquí como somos el país de Alicia, ni hablar de que un armario de los cuerpos especiales de la armada, le quite la chulería de dos hostias al pobre moreno desarrapado, no vaya a ser que después vengan las oenegés a manifestarse en contra de la violencia racista de estado.

Y para acabar, y tranquilizarla… o algo. Pienso que esto acabara como acabaron todos los secuestros hasta ahora… pagándolo y punto. Y si hay que devolverles a los dos piratas detenidos, ¡se les devuelve coño!. Que aquí ya bastante tenemos con los que nos dispensan las Pateras, como para encima pagarles a otros el viaje y la estancia, con custodia incluida.

Supongo que lo escrito le sonara muy duro, mas viniendo de un compañero. Pero creame que no es mi intención molestar a nadie ni polemizar. Su objetivo, es simplemente la de dejar mi opinión. Creo  que con criterio, como profesional que soy con algunos percebes ya en los huevos.

Cuando la mar se cabrea...

Ayer la mar se ha cobrado una nueva vida. Una vida todavía joven, un mujer de 36 años que obstinada en recoger agua del mar, para sabe dios lo que, y que a la altura de la escalera cero en la playa de San Lorenzo (Gijón) un golpe de mar se la llevo. Hace dos días sin ir más lejos, la misma torre de Control de Tráfico Marítimo de Gijón se paso la tarde sacando barcos del agua… barcos de recreo sobre todo.

Parece mentira que después de tanta muerte absurda, -pues está demostrado que de cada cinco vidas que se pierden en la mar solamente una pertenece a un profesional de la misma-, no hubiéramos aprendido ya a estas alturas que con la mar solamente se juega cuando ella quiere. Y que cuando nos muestra sus afilados y despiadados colmillos lo mejor y más prudente es una retirada a tiempo antes de que te de ajo.

Si, ya sé que es muy alucinante, muy romántico y todo eso, el ir a ver como rompen las olas en una escollera, un acantilado o una playa. Al igual que escabullirse sobre las olas con todo el trapo desplegado y con vientos de 30 nudos para luego contárselo a los colegas de gorra blanca y cordón dorado, mientras se toma la caña en el club náutico apoyado en la barra, y en ruda postura varonil en sintonía con su ignorancia contumaz. Pero todo eso es muy bonito cuando sabes de verdad lo que tienes en las manos y “crees” que lo tienes casi todo controlado, (y ni por esas).

Es sobre todo; una buena previsión y la prudencia veterana lo que te saca de esos marrones la mayoría de las veces. Y parece mentira que pasen estas cosas hoy en día con los avances tecnológicos que hay, con los cuales puedes observar los pronósticos con una antelación de cuatro o cinco días, tal y como se pudo ver con este frente que entro en la península producto de esa borrasca atlántica de 979 milibares centrada al norte de Irlanda; que atrás quedaron ya aquellos tiempos de nuestros ágüelos en los que había que tirar de refranero para evitar que el reparto de hostias te pillara por el tercio, (Con levante claro y poniente oscuro, temporal seguro). O como esa otra que hasta un tonto del higo puede ver y que hará su entrada por el noroeste de la piel de toro entre el mediodía y la noche del próximo viernes, con sus 976 milibares de mala hostia y que probablemente nos dejara un regalito en forma de vientos del noroeste en Galicia y en el Cantábrico, los cuales podrán llegar a alcanzar incluso los 50 nudos.

El caso es que además de perderse las vidas de estos imprudentes, se están arriesgando las vidas de otros que no lo son tanto; como pudieron ser en este caso, la de los dos jóvenes héroes que ayer y a pesar de que las cosas no estaba para muchas chirigotas, no dudaron un instante en intentar salvar la vida de la mujer. O como las de los muchachos de Salvamento Marítimo que finalmente fueron los que tuvieron que sacar del agua a la mujer y a los dos jóvenes. Si ya sé que estos marinos están entrenados y preparados para lo peor. ¡Pero coño!, démosles trabajo por otras causas, no por impremeditaciones absurdamente temerarias.

En referencia a “algunos” patrones de estos, de barquitos de recreo, me hago risa encima, sobre todo mentando a esos que usan como fuente de documentación náutica la revista de turno mensual en la que la motora de portada corta el mar azul, mientras la pava que la timonea saluda a la cámara mostrando vigorosos pectorales. O esos otros como aquel que vi el otro día en la tele, y que era un conocido actor confesándole a la torda que lo entrevistaba, -que se estaba sacando el “carnet” de barco….
¡Hay que joderse, verdad Mon!.

Fumando espero...


Quien dijo que solamente a los lugartenientes de ZP les embriaga prohibir?.

Seguramente los mismos herejes que como yo, dicen que a la miembra del gobierno Dña. Trinidad Jimenez le pondría perraca, el ver como arden en una pira de hojas de tabaco todos aquellos que tenemos el insano, pero placentero vicio de fumarnos lo que sea con tal de que eche humo, aun a sabiendas de que nuestra decisión tal vez influya de manera concluyente en nuestra manera de morir. Pero eso sí, sin perder la racional lucidez de que muchas de las cosas que hacen agradable la vida, son por desgracia las mismas que por lo general la acortaran. Y que cada cual tome sus decisiones y elija su biografía en función de que prefiera que sea larga, o de que no le importe que solo resulte intensa.
Siempre fui un fumador contumaz, hasta el punto de que en mi vida sentimental las mujeres que la compartieron me indagaban el alma echándole un simple vistazo a mi cenicero y al mismo tiempo un hombre al cual, las prohibiciones siempre le tocaron mucho los cojones. Más bien soy de esos que tienen como rúbrica aquello de que, “cada can se lama su ciruelo”.
Bueno, retomando el rumbo de lo que quería decir, que a la mínima ventolina se me escapa el timón. Esto de prohibir fumar, no es de ahora ni patente de los pretorianos socialistas. Es algo que ya viene de antiguo y de lo que quedo constancia escrita como a bien pude encontrar en uno de esos sitios raros que suelo visitar en el internes, y que dice así:

ORDENANZAS GENERALES DE LA ARMADA NAVAL, SOBRE LA GOBERNACION MILITAR Y MARINERA DE LA ARMADA EN GENERAL Y USO DE SUS FUERZAS EN LA MAR.

Tomo II. Parte Primera. Trat.5º Tit. 173.

EL HOMBRE DE MAR O TROPA QUE SE ENCONTRARE FUMANDO
FUERA DE LOS PAGARES O MODOS PERMITIDOS, SERA PUESTO EN
PRISION POR QUINCE DIAS A PAN Y AGUA, ESTANDO EN PUERTO.
Y EN LA MAR, SE LE DESTINARA A LA LIMPIEZA GENERAL SIN GRILLETES
POR OCHO DIAS CON PRIVACION DE VINO TANTO EN LA MAR COMO
EN PUERTO. SI FUERE EN PIPA SIN CAPILLO EN LOS SITIOS PROHIBIDOS
SE LE SUBSTANCIARA PROCESO PARA LA MAYOR PENA CORRESPONDIENTE
A TAL EXCESO.

Veis lo que os dije. Ahora que vengan presumiendo los de PSOE de frikis.


Recuerdos


Hace unos días este que suscribe encontrabase en tierra de mandarinas disfrutando de unos merecidos días de descanso.
Y gracias a la sana costumbre de zapear de modo neurasténico con el televisor, por aquello de no estar mucho rato viendo la misma memez, -no vaya a ser que se me seque la única neurona que me queda-, pille el final de La Tormenta Perfecta. Aquella película donde George Clooney interpretaba el papel de Billy Thyne el carismático capitán del Andrea Gail, un pinchero de Gloucester que se hundió en octubre de 1991en aguas del atlántico Norte, parece ser en una zona denominada Flemish Cap.
El caso es que pille el final de la peli, ese momento en que Diane Lane saliendo al amanecer con su barco de la bahía de Gloucester, recuerda las palabras de su colega de oficio diciendo aquello de que… ¿Hay algo mejor que ser capitán de un barco de pesca?.
Y hoy me vino al recuerdo un post que colgué en el viejo sextante hace mucho tiempo.
¿Por qué?...
¿Sera porque tal vez no hay nada mejor que ser patrón de un barco de pesca?

A ESOS LOLOS ANXOS Y DEMAS...

Los conoces...conoces sus nombres de gente normal.

Unos se llaman Lolos, otros Anxos, Genos, Toños, Xurxos...nombres normales para gente normal.
Son hombres que conoces y que como todo cristiano arrastran con ellos sus virtudes y sus miserias. Unos te son mas afines que otros, y por consiguiente (y es normal) sientes mas aprecio por aquellos que rezan tu mismo credo.
Pero cuando la mar ruge brava, cuando no da concesiones a los hombres, cuando solamente la prudencia, pericia y conocimiento marcan la delgada línea de la supervivencia en ella. En esos momentos es cuando esos hombres con nombres comunes se transforman (al menos ante tus ojos) en aquellos marinos, héroes de novelas que devorabas en tu juventud, como pudieron ser, el Capitán Ahab y su tripulación a bordo del Pequod persiguiendo infatigablemente aquella ballena blanca sin importarles un ápice los peligrosos mares a los que su orgullo de pescador arrastraba.
Estos hombres que a cada estrochón de mar lo único que les queda es apretar los dientes y seguir con las faenas mientras ese mismo mar pone a prueba su aguante son a los que dedico estas líneas, ya que... y por supuesto sin negar la realidad, se que como en cualquier oficio... hay de todo.
Estos eligieron un oficio duro, un oficio de hombres. Son marinos de vocación o de tradición, donde la mar nació ya con ellos y por su venas corre sangre salada. Una mar que acaba convirtiéndose en compañera inseparable hasta que irremediablemente llega el día en que debido a la exigencia del trabajo no les quede mas remedio que varar al igual que su viejo barco, y contemplar con nostalgia esa gran azul desde un muelle o espigón cualquiera.
Y quiero también decir que son esos hombres los que siguen manteniendo intacta mi capacidad de asombro frente a la reacción del ser humano ante la adversidad.Sigo admirándolos cuando los veo hacer frente a un mar que irremediablemente los va a golpear y el único gesto que observo es como aprietan un poco mas los nudillos aferrándose a una baranda o a una tapa de regala y entornan los ojos algo mas de lo normal, mientras el cigarrillo ya apagado y mojado cuelga firme de la comisura de sus apretados labios. De vez en cuando los veo mirar al cielo y jurar en arameo, pero siempre con ese rictus en la cara de conformismo y resignación que los caracteriza.
Entre estos hombres las palabras a veces están de mas; gestos y actos es su lenguaje, movimientos, expresiones y miradas acompañadas de escuetas palabras lo dicen todo entre esta especie marina.
Recuerdo una noche no grata para rememorar, cuando el cuadrante anterior peligroso del ciclón tropical “Jenny” se nos echo encima y tuve que cambiar del gobierno automático a manual, ya que por si solo al barco le era totalmente imposible aguantar el rumbo, y recuerdo también las palabras de un viejo marino que en ese momento se encontraba de guardia conmigo en el puente...
-Patrón, esta duro verdad?... me decía, mientras me miraba de soslayo esperando mi respuesta.
Respuesta que nunca llego, y el así lo supo apreciar. Miraba mis ojos abiertos de par en par buscando en medio de la oscuridad la espuma que pudiera delatar esa ola traicionera que todo marino tememos, la blancura de los nudillos agarrando con fuerza el timón, las piernas tensas y abiertas para aguantar la fuerza de los estrochones...Gestos y silencio fueron para el suficiente respuesta, quedándole claro que no estaba el foro para disertaciones, y a la vez tranquilizándole mi actitud de concentración en la lidia de ese miura.
La mar, la adversidad y las penurias hacen de estos hombres verdaderos comunicadores sin palabras. Y ahora yo, haciendo uso de ellas aprovecho este medio para que otras personas ajenas a este mundo conozcan un poquito más a esos..Lolos, Anxos, Toños y Xurxos anónimos.



Publicado por el Cap. Tormentas en Sextante el 01/01/07

Si John Silver levantara la cabeza


Este mundo está para mear y no echar gota. Te levantas por la mañana, te preparas tus Krispís con cola-cao, coges la prensa, te pones a leer y no sabes si reírte o llorar con noticias como esta “Piratas atacan por error un buque de guerra francés”.
Lo primero que me viene a la cabeza son los comics de Asterix donde aquellos pobres piratas siempre se encontraban con Obelix y el enano navegaran por el mar que navegaran, llevando a continuación estopa hasta en el mascaron de proa.

Lo segundo la ignorancia de un pueblo sumido en el desgobierno, la violencia y el hambre desde sabe dios cuando, que los obliga en pleno siglo XXI a seguir ejerciendo el “noble” oficio de la piratería. Y en donde el delincuente por lo que se ve, no tiene ni la más pajolera idea de que un navío de guerra de hoy en día mayormente pinta de gris, lleva unas letras y un numero pintados en los costados, así como unos tubos por toda la cubierta que largan metralla a destajo y que solo con verlos ya dan miedo, y por supuesto nada que ver con un atunero de Bermeo...
Yo es que me imagino la cara de estos rallados con sus chanclas, sus bermudas, su kalashnikov y sus lanzagranadas al hombro poniendo la patera al costado de buque francés y pidiéndole al comandante del susodicho que pare el barco inmediatamente que lo van a abordar, mientras los infantes de marina gabachos se descojonan parapetados tras las lanzaderas de misiles tierra-aire esperando la orden de su comandante para darles de hostias hasta en el cielo de la boca.
Si es que ya nada es como era.

¡Hay si John Silver El Largo levantara la cabeza!



¿Soy tan taliban?

Hoy me recriminaba un compañero de trabajo cuatro lustros más joven que yo, mientras nos adentrábamos en el seno de la Bahia de Cadiz y este que suscribe gobernaba la nao totalmente absorto a través de Radio 3, en la voz herida de Billie Holiday mezclada con las pisadas del sumiso “chaston y la liturgia de la navegación.


-Joder Patron, ¿Pero tú no sabes escuchar otra cosa que no sea Jazz?

-Pues mira… Si, oye. Tampoco soy tan talibán. También escucho otras cosas

Y para ejemplo, este regalito que os dejo, que seguro hace tiempo que no lo oíais. Os podría contar muchas cosas sobre el viejo Gilmour (soy la biografía con patas de su pretérito grupo), Pero mejor os dejo escuchárlo.

-Chanclas viejo lobo, hoy échale una guinda al whisky .









*Acordaos de pausar el reproductor de la derecha

Navegando a bordo de un sueño (4ª singladura)

Son las 5 de la tarde, después de honrar a Morfeo con una generosa siesta, decidimos soltar cabos y seguir con nuestro viaje. Nos da un poco de pena dejar esta hermosa ciudad con todo lo que en ella vivimos durante tres días paseando por sus añejas calles, y empapándonos de la magia de sus melancólicos fados mientras cenábamos en las tradicionales tabernas del viejo puerto. Pero el viaje debe continuar sabedores de que nos esperan lugares aun mas maravillosos que la ciudad de los navegantes.
Gobernando la salida del Anduriña con el motor auxiliar y el trapo arriado, vamos dejando atrás la roja de la Doca de Belem que marca la entrada del muelle de recreo, para a continuación pasar pegados a la bellísima Torre del mismo nombre; que a esas horas y con el sol aun alto hace brillar su piedra blanca como si de un perfilado espejo se tratara. Sus almenas y sus baterías a ras de agua nos transportan a tiempos lejanos, donde desde esa misma torre se entablaron feroces combates en defensa de la villa.

El viento del cuarto cuadrante empieza a dejarse notar conforme perdemos el socaire de la costa norte. Más allá, borreguitos blancos por encima de la superficie del mar nos auguran vientos frescos. Decidimos pegarnos bien a la costa para evitar en lo máximo posible el mar de fondo. Izamos todo el trapo y afirmamos bien la botavara de la mayor por sotavento....Al instante la Anduriña escora a sotavento y se pone a navegar firme y veloz como una saeta!..... la corredera empieza a subir rápidamente alcanzando una velocidad de doce nudos. Ella se hace cargo del timón mientras trinco firme las escotas de la Génova, veo su cara que es todo un poema, pero es una mujer valiente y se que será una gran navegante. Sonrió al recordar sus palabras… ¿Y yo seré capaz de subir a bordo de un barco sin ostiarme?

Pasamos a menos de media milla de la impresiónate pared de cabo Espichel, la mar ruge brava al encontrase con ese freno natural, el viento va en aumento y la adrenalina empieza a subir a borbotones hacia el cerebro. Mientras el barco se mantiene con un rumbo firme, trinco mi arnés en la bañera y me siento al lado de ella, la tranquilidad y la satisfacción empiezan a asomar en su rostro.

Después de dos horas de galopada salvaje los vientos empiezan a aflojar y a rolar a Sur anunciando el fin de la borrasca. Preparo la maniobra para navegar de ceñida, el subidon de adrenalina nos dio hambre y nos despachamos rápidamente, dos bocadillos y media botella de Oporto.

La noche pasa rápida, son las tres de la mañana y ella al final se queda totalmente dormida y agotada apoyada en mi hombro, mientras en la proa la potente luz del faro de Cabo San Vicente se empieza a dejar ver en el horizonte.

Y yo, mientras la contemplo, gozo con todos mis sentidos de la mar, del viento en la cara, del calor de esta mujer que duerme tranquila a mi lado y de la libertad total y absoluta...finalizando así esta cuarta singladura a bordo de mi sueño.

Navegando a bordo de un sueño (3ª singladura)

Amanece en Lisboa, me desperezo y subo a cubierta. La vieja ciudad sigue aun dormida mientras las primeras luces se esfuman en "off" entre la penumbra de franela devanada del mezclar del rio con el mar. Y gozo de la calma que te da un barco atracado a su vientre, oyendo solamente el leve crujir del cabo de proa, cada vez que el navío se mece suavemente, y se separá escasos centímetros del pantalán.

Me siento en la bañera de popa pegado al timón. Y observo con los ojos amanecidos y sumergidos en esa legítima satisfacción de aquellos que se han ganado a pulso sus ojeras... allá al fondo, a través del tambucho, en la cabina de proa, esa mujer en cuyo cuerpo me envolví durante toda la noche, como aun sigue abrazáda a sus sueños
Una tenue presión en las ingles me mueve a bajar y seguir besando esa piel; pero esta vez en un interminable abrazo, uno de esos abrazos herméticos y desesperados, en los que apenas caben los protagonistas.
Sin embargo, el fresco amanecer me encandila de nuevo a seguir contemplando un cielo que por alguna extraña razón, hoy me parece aun mas limpio y nítido. Con una brisa surgida de un virazón procedente de la océano que me inyecta en vena directamente el purgante y penetrable olor de la bajamar.... todo eso hace que se zarandee mi testosterona marinera y que esa tensión aumente.

Cierro este cuaderno de Bitácora y apurando una última calada al cigarrillo bajo a la cabina de proa. Mientras lo hago veo sus ojos dormidos; y encuentro probablemente en ellos, el mejor destino que podía darle a una frase escrita en mi cuaderno... Entonces deseo volver a sumergirme en ella tal y como decía mi viejo amigo Ramón en su poema...


-… para revivirme, para volverme a ahogar-.

Navegando a bordo de un sueño (2ª singladura)

En la entrega anterior algún amigo del blog pensó que lo que estaba leyendo era la crónica de un viaje ya realizado. Y quisiera aclarar, que más bien se trata de la cronología de un viaje por formalizar, una mezcla imprecisa de realidad y de ficción. Recordando las cosas por haberlas visto en el reflejo de la superficie de mis sueños, y haberlas tenido grabadas en la somnolencia de mi piel. Aunque lo malo de los sueños, al igual que las noches estoicas y estupefacientes, es que siempre corres el grave riesgo de que amanezca.
Con estas singladuras solo trato de adornar recuerdos, y así de paso ir escribiendo el borrador del epilogo de una vida.

2ª singladura
Son las diez de la mañana, el sol esta alto y sus rayos nos despiertan invadiendo el portillo de proa, solo dormimos cinco horas pues la noche fue larga... si leísteis la singladura anterior es obvio el porqué.
Un baño en las tranquilas y frías aguas de la ría de Aveiro nos devuelven al mundo, un cigarro y un cola-cao caliente nos hacen ser el mundo.
Recogemos el rizon e izamos la Génova, trapo más que suficiente para maniobrar la salida. A la media hora nos encontramos virando a babor y enfilando rumbo sur hacia el siguiente destino… Lisboa.
No hay prisa, solamente 90 millas náuticas nos separan de la ciudad dorada de navegantes y marinos. A media tarde pasamos por los bajos de las Berlingas, y contemplamos fascinados como una numerosa colonia de aves marinas: gaviotas, pardelas, paiños y cormoranes moñudos acaban con un banco de alcrique en un frenético vuelo, un sube y baja plagado de salvajes zambullidas.
Cuando los últimos rayos suspiran en el horizonte, doblamos Cabo raso y viramos al este orientándonos por las luces del faro de Cabo Bugio y de Espichel más al sur.
Al poco empezamos a ver el rosario mágico de luces blancas del puente colgante, el olor y la luz embriagan el alma haciendo que el Anduriña navegue solo y sin viento hacia el pantalán. Atracados y después de una ducha de agua dulce en el club náutico -que buena falta nos hacia-, buscamos un bonito restaurante en la vieja zona portuaria. Y allí, a la luz de una vela dando buena cuenta de un perfecto bacalao a la brasa y de una botella de “viño verde” oímos a lo lejos un acordeón y una rasgada voz cantando un fado. Son músicos ambulantes que se acercan, que nos ven, y la ven, y hay algo en los ojos de ella que hacen que se paren y le dediquen una hipnotizadora canción.
Pensábamos dar un paseo por la vieja ciudad, pero tendrá que ser mañana, algo perentorio y urgente necesita de ser consumado ahora. Así pues caminamos hacia el Anduriña y durante el paseo una fuerza apremiante hace que parezcamos corredores de marcha en vez de nocturnos y relajados paseantes.

Navegando a bordo de un sueño (1ª singladura)

Hace cinco meses cumplí cincuenta y cinco años y con ellos finalizó mi etapa de navegante profesional. La tan ansiada jubilación marinera por fin había llegado y me sentía fuerte. Tanto como para por fin poder hacer cosas que fuesen más interesantes que haberlas soñado... y de esta manera apurar una edad en la que a un hombre lo que de verdad necesita no es que le funcione bien el alma, sino que no le falle inesperadamente el cuerpo
Ahora, en esta cálida mañana de Junio, después de meses de papeleos, viajes, compras y un sin fin de trabajos, por fin empiezo una nuevo ciclo en mi existencia...pero esta vez como navegante de crucero.
Me acompaña la única mujer que en mi vida tuvo el suficiente grado de insensatez como para ser cómplice de este sueño. Un sueño que nos hará respirar un aire azul y líquido como el fondo luminoso de nuestras fantasías. Un sueño que nos llevara a retiros desconocidos y deseados, a atardeceres de sal, y a amaneceres plásticos repletos de olores, sabores y texturas.


1ª Singladura

Puerto de Vigo, 7 de la mañana, acabando de meter los últimos víveres y pertrechos
a bordo del “Anduriña” un ligero y noble Comet 45 de 12 mtrs, aparejado con 3 trapos: mayor, genova y spinnaker.
Aprovechando el terral de la mañana y después de unos bordos y alguna rápida y precisa maniobra, enfilamos a la entrada sur de la ría de Vigo dejando atrás el sol recortándose por encima del alto del Vixiador.
Unas pequeñas clases teóricas y ella se hace cargo del timón. Mientras, acabo de cazar los vientos del NW procedentes del Anticiclón de la Azores. Una vez aparejada la maniobra, ponemos el piloto automático y nos tomamos un taza de café bien caliente en la cubierta mientras contemplamos abstraídos el contraluz de la costa por babor: El estuario del Miño, Cabo Montedor, Viana do Castelo. Y a lo lejos por estribor, alla en ese inmenso y lejano horizonte... el Atlántico con toda su autoridad y grandeza. El día pasa tranquilo dejándonos hacer una navegación serena y apacible. Y cuando por fin, el sol tiñe de rojos y oro el horizonte...hacemos nuestra primera escala.
Ciento veinte millas náuticas navegadas y entramos en la ría de Aveiro, buscamos fondo y aferramos el rizon dispuestos a pasar la primera noche en la mar. El silencio y las estrellas nos arropan. Un baño en sus frías aguas, una cena y unas caricias acompañadas de historias contadas bajo una túnica de estrellas, son el prologo de unos instantes inolvidables...


El tranvia de medianoche

La verdad me sería muy difícil contestar a alguien que me preguntase por mis razones para haberme retirado casi por completo de este mundo de los blogs, faceboock y demás. Ocurre casi de repente, sin proponértelo en ningún instante, casi como un pequeño descuido. Sin intervenir en el fallo ni la bajamar de mi propia vida, ni el cansancio interior; y tampoco creo que haya sido parte concluyente la progresiva transformación del ambiente en el que solía bogar o ciar.
Dejando a un lado cualquier cavilación más inteligente sobre el tema, creo que fui arrollado por esa ola que hace que no te parezca ya entretenido el aburrimiento con el que antes tanto te habías abstraído. A lo mejor es que los pixeles reciclados en cordura son una especie de extravagante anomalía que nos aparta de aquellas emociones que nos habían arrastrado a un galimatías en el que, sin saberlo nosotros, carecia del suficiente atractivo para seguir traspapelado en el. También pudo haber influido que las noches de verano se llenasen de efluvios de sudor y azahar, dos olores que envician excesivamente la realidad hasta reducirla a las escuetas extensiones propagandísticas de un prospecto.

Pero sigo sin tener claro las razones de mi desbandada. Tal vez puede ser que empezara a repetirme en las historias de mi vida convirtiendo estas en una especie de hervidero de hielo, como una película en la que por culpa de un súper largo metraje llegasen a bostezar incluso los figurantes. La verdad es que se hace difícil de llevar estas noches en las que hasta la espontaneidad es el resultado de extensos y tediosos trámites. Y donde no ocurre nada, absolutamente nada… que no mejore el olvidarlas.

Al abordaje!!


Que se prepare el perro ingles...

De Jolidais

Pechado por vacasions

NEDA



Queria postear algo sobre esta pobre chica...
.

...pero del higado lo unico que me sale es bilis y malaostia... y un:

MECAGO EN TODOS LOS PUTOS INTEGRISTAS

MECAGO EN LAS PUTAS RELIGIONES QUE MATAN EN NOMBRE DE SU PUTO DIOS

MECAGO EN LOS PUTOS GOBIERNOS QUE ARMAN A ESTOS TARADOS

MECAGOENTOLOQUESEMUEVE

CABRONESSSSSS

!BASTA YA JODERRRRR!!

Amor a primera vista

La ame desde el primer día que la vi. Nunca crei en esas pasiones que dicen a primera vista, pero ella transformo mi ateísmo hacia el amor espontáneo en un integrismo puro y duro. No sé si fueron sus curvas (generosas por cierto), o su paradójicamente a la vez fina silueta. No sé si fue su sensual manera de acariciar, o su vigorosa e infatigable energía, creo que todo influyo un poco a la hora de provocar ese etéreo estado de enamoramiento. Pero además de creer; de algo en lo que si estoy totalmente seguro, es que su patrimonial nobleza hizo mella en mi voluntad inmediatamente.
Me quedan dos semanas para disfrutar de unas merecidas vacaciones, y sueño obsesivamente con ella a diario. Sueño con atardeceres contemplando el poniente acariciado por el olor de la bajamar, sueño con la suave brisa mezclada con la salitre en mi piel erizándome los poros y produciéndome esa energía necesaria para seguir cabalgando con ella hasta que el sudor resbale entre los dos. Sueño con acariciarla y con sus caricias. Sueño con cada parte de su cuerpo, sueño con…sus baos, con sus cuadernas, su “cufiño”, su “panel de couso”, su “cadeira”, su “panel de meo”, su “tilla”, su banco y su proa. Sueño con su caña gobernada con mano firme, con cazar vientos, con estelas por la popa y cabezadas por la proa. Sueños y deseos que con disimulada elegancia, me hacen olvidar los avatares de la vida.

Me imagino que a estas alturas del texto, ya os habréis dado cuenta que hablo de una embarcación, pero os diré también que no hablo de una embarcación cualquiera. Hablo de una “Dorna”
La dorna es la única embarcación de legado nórdico existente en el Sur de Europa, posiblemente un recuerdo de las incursiones vikingas a las aldeas costeras de mi tierra (Galicia). Los antiguos pescadores gallegos desde hace muchos siglos, (hay datos para pensar que anterior al siglo XII), supieron adaptarse a este "regalo" de la tecnología nórdica, creando una embarcación difícil de superar en su funcionalidad, en su facilidad constructiva y n su economía de materiales.
Con poco más que madera para tablazón y arboladura, clavos, unos pocos herrajes, unos metros cuadrados de paño, algo de cordaje, brea y aceite; un carpintero de ribera amante de su oficio creará una obra de arte, ejemplo de lo mucho que se puede "sofisticar la sencillez".
Nada falta, pero nada sobra, espartana pero elegante. Así es la dorna. En las Rías Baixas hay un número creciente de unidades que vuelven a navegar a vela con su aparejo de relinga, que si bien es efectivo y simple, para evitar roturas de palo o incluso "quillas al sol" requiere ser manejado con el sentido del ritmo y de la medida que se necesitarían para jugar al tenis en un tablero de ajedrez.

Un adios sentido

Nunca fui una persona dada a homenajes póstumos, ni milongas de ese tipo. Aquí estamos de paso, y cuando toca… a joderse! Es algo que nos queda muy claro a aquellos que alguna vez sentimos el fétido olor de la negra señora de la guadaña en nuestra nuca; en esas afortunadamente "contadas ocasiones”, en que la luz de la vida fue oscurecida por la cercana sombra de la muerte.
Por eso, en este escrito no quisiera recordar a esa quebradiza persona, ya que no deja de ser uno más entre muchos. Una víctima más de una generación que accedía por aquel entonces a las frágiles libertades de una democracia en pañales, agarrándose al engañoso madero de las drogas para sobrevivir el naufragio de su propia vida. Dejando transcurrir esta, en medio de un autentico frenesí y ansia por comerse las noches a bocados, al grito de maricon el ultimo.
Personalmente el pop español de los ochenta nunca fue una música que marcara en exceso mi melomanía, pues ya en esos años este que suscribe tenía unos gustos musicales un poco “raritos” e inclinaba ya mis gustos por todo aquello que salía de la factoría del jazz y sus variantes, teniendo entre mis preferidos músicos como: Billy Cobham, Stanley Clarke, Jaco Pastorius o el español Max Suñer. Pero eso sí, de toda aquella larga lista de músicos salidos de la movida que no me decían nada, siempre aparte de ese saco a gente como Santiago Auseron (Radio Futura), o Antonio Vega (Nacha Pop).
Pero como decía; este escrito no va dirigido al músico, sino a su música y lo que ella represento en mi vida y en la de varias generaciones. Cuando cantaba, (perdón, cuando susurraba), cincelaba las canciones quitando el sobrante y dejandolas perfectas. Haciéndonos sentir con su música un abrazo amadrinado a la presencia cálida y delegada de un amigo de noches de alcohol y porros. ¿Quién no vivió algún momento intenso de su vida arropado por las letras de unas canciones que nos transmitían al instante el latido de la experiencia intensa, el embeleso del descubrimiento exclusivo, la premura de vivir el momento, el carpe diem? Dicen que fue un cáncer de pulmón quien se lo llevo, pero creo que todos sabemos que no. Que quien de verdad le quito la vida, fue la puta heroína que cabalgo a sus anchas en aquellos años. La heroína y sus resultas… hepatitis C y Sida.
La música acaba de perder una de sus voces más intimas y verdaderas, es una pena.

Antonio Vega, hasta siempre

Como hablar, si cada parte de mi mente es tuya... (Antonio Vega y Amaral)... Para Sylvia
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La mejor cancion del pop español
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Reescribiendo sueños


Esta mañana, anclado en el puerto de Gijón contemplaba como un tímido y cítrico sol se desperezaba tras una pequeña nube de gaviotas que revoloteaban expectantes en la popa de un pesquero que entraba en la dársena. Un sol y una luz depositarios de esa justa penumbra que me abre los ojos a los sueños. Una serena y reacia luz desigual, casi secreta, lánguida como una lámpara en cuyo fanal arde una suave ampolla que hace que tenga la sensación de estar viviendo uno de esos inexpresables instantes de encantadora morriña en los que tan hermoso resulta entristecerse sin que la razón tenga motivos, descubriendo así la extraña y lacónica felicidad que sólo excepcionalmente producen las cosas que fomentan la tristeza y que hacen que disfrutes el momento como si lo estuvieses recordando.
Y al tiempo que la marea escribía sin tinta una ortografía de arena y espuma sobre la escollera, mi corazón reescribía un viejo post que colgué en su día en aquel olvidado Sextante, y que hoy me apetece recuperar para este nuevo Barlovento, pues describe a la perfección mi sentir marinero. Espero que os guste a quien no lo leyerais.

UN CORREO PARA REFLEXIONAR
En la mar a 22 de Junio del 2007

Hace dos días que la ultima gaviota nos dejo.
Después de acompañarnos durante un par de horas, nos dedico un gesto de aburrimiento y dando media vuelta voló hacia el este dejándonos solos en medio de este gran azul. Siempre es ella la que nos dice el ultimo adios de la partida, siempre es ella el ultimo vinculo con tierra, y siempre es ella la que me llena el corazón de soledad.
Es duro, muy duro el día de la partida. Y no se por que extraña razón, ese día siempre amanece gris y lluvioso...será porque vivo en esta tierra celta y la mitad de los días del año son así, o será a lo mejor, porque el cielo refleja mi estado de animo así como la mar refleja el estado de animo del cielo. No lo se, supongo que mas bien será una puñetera casualidad, como casi siempre es aquello que creemos son signos del destino en nuestra vida.
Las despedidas empiezan con el amanecer; primero te despides de tus cosas, de tu hogar, de tus perros, de tus hijos y por ultimo ya traspasando el umbral de la puerta un sentido abrazo te despide de lo que mas quieres en este mundo. No me gustan las despedidas a pie de muelle...son demasiado tristes y demasiado largas...mas bien agónicas, diría yo.
Mas tarde y una vez dicha la palabra mágica ¡Arriad cabos!, mientras tu barco navega proa a las puestas de sol, coges tu móvil y aprovechando la cobertura te despides de amigos y gente querida por ti. Un..”Hasta la vuelta” es la ultima palabra que dices. No se porque esta despedida tiene para mi una menor carga de incertidumbre, que un “Adiós”, o un “Hasta siempre”, simples palabras dichas u oídas, pero son estas pequeñas cosas las que forman un todo en un día especialmente triste para el marino, costumbres que vas adquiriendo a lo largo de esta eterna mili, pero que alivian aunque sea en menor medida tu alma.
Esta marea que estoy empezando, no me encontraba con mucho animo de escribir mi ya acostumbrada entrada de los viernes, puesto que salí el miércoles y el cuerpo y la mente aun se están integrando en el entorno, pero ayer recibí un correo de una gran amiga...Bona, una loba solitaria como se define ella. En el me decía que si me había parado alguna vez a pensar lo que me pierdo pasando la mayor parte de mi vida en la mar. Reconoce que la mar me da muchas cosas, pero que la vida es mucho mas de lo que ella me da. Que hay infinidad de paisajes por descubrir, de gentes, de experiencias, y de sentimientos que me pierdo.
Y la verdad, no se que contestarle. Se que tiene razón, mucha razón. Pero cuanta gente hay que vive en tierra, y en su día a día dejan pasar la vida frente a sus ojos, sin prestarle la menor atención a esos paisajes, a esas gentes y a esos sentimientos que ella me describe. Lo único que le podría decir es que la mar para mi no es un sacrificio, es una necesidad. Son setenta días los que estoy en la mar y tan solo quince en tierra...Reconozco que muchas veces, me siento harto de todo esto y reflexiono seriamente sobre lo que me plantea mi amiga. Pero cuando estoy una temporada larga en dique seco...léanse un par de meses. La vida en tierra se me empieza a antojar caótica y estresante, mi sangre empieza a perder sal y mi cerebro se llena de cotidianidad aburrida. No son pocas las veces que me comparo con un rumiante. Mientras estoy en tierra como de la vida con avidez, para una vez en la mar rumiar y saborear todo aquello que vi y aprendí en mis días de descanso, disfrutándolo con la calma que me da la mar, saboreándolo...sintiéndolo de otra manera.
Soy gallego y fiel a mis ancestros. Y como tal le contestaría a mi amiga con otra pregunta. ¿Qué es lo que hace que un campesino manchego, prefiera vivir en medio de esas ocres y secas planicies?, ¿o un hijo del desierto ame ese inmenso mar de arena?.
Yo soy hijo de la mar y amo la mar, necesito sal en mis venas y que el seco y frío viento del norte consuman mi cigarrillo, mientras yo consumo pensamientos y recuerdos. Necesito la paz de sus amaneceres y sus atardeceres, la de sus noches de luna y la de sus días claros. Necesito esos cigarrillos apoyado en la regala del puente cuando toda mi tripulación duerme, tanto como los subidones de adrenalina en una noche de temporal. Y además como dijo ella acabando su correo...

Alguien tiene que traer el pescaito a casa, no?

Y de postre?

En un post reciente comentaba la iniciativa del ayuntamiento de Gijon en alegrarnos las mañanas a los ciudadanos que en ella deambulamos llenándonos la ciudad con carteles, que a la vez que te daban los buenos días, te sacaban una sincera y maliciosa sonrisa.
Hoy, de vuelta en esta ciudad después de disfrutar de unas vacaciones, son sus hosteleros quienes me reciben con una grata sorpresa. Una proposición para este puente de Mayo que bien podría llegar a convertirse en atrayente slogan del principado… “Visite Asturias y será envuelto en chocolate y fresa”.
La oferta en cuestión consiste en incorporar al alojamiento un buen masaje ungido en aceite esencial de fresa y chocolate. Y puedo dar fe, pues lo he probado (aunque no en hoteles), que te quedas como “un rey en un cesto”.

No sé qué tipo de fisioterapeuta usaran estos establecimientos, pero personalmente les recomendaría un cruce de géneros entre cliente y masajeador , mas que nada por aquello de no dar pie a equívocos. Y ya puestos a montar una autentica macedonia, un poquito de nata tampoco le vendría mal… después la “guinda” que se la ponga cada cual… O no?

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